La verdad es que no es para tanto, pero es a lo que me recuerda la imagen del magnolio plantado en el campo de fútbol por Sebastian Errazuriz en el año 2006.
Un magnolio de 10 metros de altura, en el centro de la cancha de fútbol del Estadio Nacional de Chile (la misma cancha en la cual el dictador Augusto Pinochet encarceló y torturó prisioneros políticos).

El gigantesco árbol permaneció plantado en la cancha durante una semana, convirtiendo al estadio durante ese periodo en un parque público conmemorativo.

La clausura del evento se realizó con un especial partido de fútbol a cargo de las figuras más importantes del fútbol chileno y frente a 15000 espectadores.
(gracias a Next Nature)