Las esculturas de basura de Aurora Robson

Las instalaciones y esculturas de Aurora Robson están realizadas con envases de plástico encontrados en la basura que la artista corta y pinta de forma individualizada en función de su grosor o su forma. Estos fragmentos de plástico son posteriormente aerografiados con tintes no tóxicos y unidos entre sí sin usar pegamento, creando esculturas de formas orgánicas que a veces recuerdan a criaturas abisales, plantas o microorganismos…

Aurora Robson lleva más de veinte años trabajando con basura y desechos, pero es en su obra más reciente donde muestra un trabajo más complejo, intrincado, y sorprendente, llegando a usar en alguna de sus instalaciones más de 20000 botellas de plástico. "Me gusta el reto de trabajar con basura. Es una experiencia totalmente diferente a la de ir a la tienda de productos de bellas artes y elegir los materiales con los que quieres trabajar".

Sus complejas y delicadas instalaciones atraen y repelen por igual. Las llamativas formas y colores de estas esculturas atraen la atención del espectador, pero una vez éste es consciente del material con el que están hechas, ese interés inicial se convierte en rechazo.

Precisamente esa es la reacción que ella espera del público que contempla su obra.

Algunos objetos de plástico y en particular algunos envases son usados solo un momento, a veces tan solo unos segundos, no son biodegradables y pueden tardar miles de años en desaparecer.

Aunque el trabajo de Aurora Robson es más sugerente que dogmático, la artista quiere que su obra sirva para ayudar a la gente a reconocer el poder que tienen como consumidores y como ciudadanos; concienciar sobre el uso y abuso de estos envases de plástico.

En ocasiones la artista también realiza instalaciones por encargo para grandes empresas multinacionales que quieren concienciar a sus propios trabajadores y que ven de esta manera cómo la basura generada por su actividad es convertida en impresionantes obras de arte. 

"Me siento más cómoda transformando que produciendo… No creo que el planeta necesite más objetos, ni siquiera si son obras de arte"

Pero Aurora Robson no es solo una artista, es también una activista medioambiental fundadora del Proyecto Vortex; un colectivo internacional de artistas, diseñadores y arquitectos que trabajan con los desechos plásticos obtenidos del "Trash Vortex" la enorme isla artificial formada en el océano pacífico por toneladas de plástico y basura arrastradas por las corrientes marinas. 

Más que reciclar, la finalidad de este colectivo es interrumpir el flujo del plástico en la basura, de forma que esos envases no vuelvan a parar a la basura y no necesiten ser reciclados mediante costosos procedimientos.

"El arte refleja unos valores, y en este momento estos valores tienen que cambiar. El arte es una forma de prever el futuro, y los artistas deberían ser visionarios. De lo contrario el arte no es más que una lujosa frivolidad"


Aurora Robson, A Practice

Más información:

Página web de Aurora Robson: www.aurorarobson.com

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