Durante una temporada viví en un país que no tenía montañas. Hasta entonces habían sido una parte importante de mi paisaje cotidiano, y las añoraba locamente. Tanto que empecé a ver paisajes montañosos por todas partes. Cada montón de arena que encontraba en la acera, junto al edificio en construcción, se convertía para mí en el Sistema Central.
Estas son las fotos que yo hubiera querido hacer en aquel momento.
Son del fotógrafo Rasmus Norlander, suizo pero residente en Estocolmo. Por ello me pregunto si su motivación es la misma que me llevó a mí, en un ataque de nostalgia, a construir cordilleras con el café y el azúcar del desayuno.

Rasmus Norlander, Piles
Podéis ver sus fotos aquí